Vino El perro verde 2020 y shusi de keiji bay joel

VINO y COMIDA ASIÁTICA: Cuatro trucos para ¨armonizarlos¨

Vino y comida asiática, No hay la menor duda. Se han puesto de moda, arrasan los restaurantes ¨fusión¨ con comidas asiáticas. Como maridarlos bien mejorará tu experiencia

Sabores dulces, picantes, amargos y ácidos… el mundo de la gastronomía es muy rico y su buena combinación con el Vino puede, duplicar el placer de la experiencia. Ya no se marida, se armoniza con el Vino. Lo que buscamos es que si dedicas tiempo a elegir la comida que vas a tomar, el vino que lo acompañe puede subir el listón de calidad de la comida hasta el Olimpo. Y es que un maridaje acertado nos encumbrará ese festín, y un mal vino nos arruinará la  experiencia

Repasamos cuatro trucos infalibles para combinar Vino y Comida asiática

1. Vinos y Comida asiática: lo que no combina

La soja es el nuevo kétchup, os explico cómo encontrar el mejor vino para esos sabores exóticos. Empezamos por lo que NO. En general es mejor evitar los vinos demasiado robustos y demasiado potentes. Sobre todo si el plato asiático que queréis llevaros a la boca es muy picante o mezcla sabores agridulces. Poco tinto con crianza y mucho cuerpo para estas comidas. Así evitas una lucha de titanes en tu paladar.

Si a pesar de todo Tu eres de tinto, y punto, nosotros nos decantamos por tintos jóvenes, con poco cuerpo y mucha complejidad como El Hombre bala 

2.Vino con comida picante

El picante funciona muy bien con vinos blancos frescos y vivos. Como por ejemplo un albariño (se nos ocurre El Jardín de Lucía  ), un verdejo (como El Perro Verde 2020, que acaba de lanzar su nueva añada).

3. Vino y Comida con toque agridulce

El verdejo también armonizará a las mil maravillas. Pero, en ese caso, lo suyo es optar por un blanco más floral y más meloso, como GESSAMI  de Bodegas Gramona , por ejemplo un moscatel o un riesling, 

4. Vino y comida a base de arroz y pescado

Un sushi japonés, unos rollos maki…  esos platos menos aderezados van perfectos con un cava, un espumoso, por aquello de que la textura crujiente del arroz va muy bien con la textura crujiente del espumoso . 

El Corpinant Imperial de Bodegas Gramona es perfecto o un champagne, como Delamotte, para una cena más sofisticada. 

Tampoco podemos olvidar del rosado, como Sospechoso rosado. parecen creados para ofrecer el contrapunto ideal a la cocina de Oriente. Son fantásticos para este tipo de comida

El amontillado de Jerez (como el Amontillado  de bodegas Lustau) ofrece un contrapunto elegante a muchos platos orientales (rollos primavera, pollo con almendras o con brotes de soja). Lo único es que hay que tener en cuenta que si eligimos vinos generosos y licorosos al comienzo de la comida, existe siempre el problema de adecuar el paladar para proseguir con vinos de menos graduación. Lo mejor es hacer un “entreacto” con un buen caldo de pollo o de verduras, que también son dignas especialidades de la cocina de Oriente.

 

 

No olvideis que una buena armonía entre los platos y los vinos puede mejorarlo todo

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