Alguna vez lo hemos oído decir en un restaurante. Descorchan un VINO y tu amigo dice eso de : ¨AY qué rabia! este vino tiene corcho¨. Y tú, sin entender nada, esperas…. PERO Qué ha pasado aquí, ¿Qué es eso de ¨Este VINO tiene corcho¨?
Se trata de uno los famosos defectos que podemos encontrar en un vino. Desde VINOSycía no nos gustan las Escuelas de Cata que buscan y buscan defectos en el VINO. Somos más de encontrar placer y buscar lo bueno. Pero a veces ocurre…
Como decía, el culpable de que ¨el VINO tenga corcho¨ lo tiene el TCA. Una partícula capaz de arruinar la mejor botella; de hecho nosotros hemos encontrado corcho hasta en los Vinos más TOP.
La TCA es una molécula, abreviatura de 2, 4, 6 – Tricloroanisol, que le gusta crear hogar en lugares porosos y orgánicos, por ejemplo en los corchos de las botellas, en la madera o el cartón; algo que podemos encontrar en abundancia en la mayoría de las bodegas. Es inevitable y aunque nadie la invita, la Maldita Molécula se cuela. Nada tiene que ver con higiene o mal trabajo. Viene cuando viene.
¿Cómo se detecta?
Se trata de un olor característico, huele a humedad, a serrín o corcho mojado. Si encontráis una botella con este defecto, podéis pedir que os la reemplacen sin más problemas. Es de las razones más conocidas por las que se puede devolver un vino. No hay problema, es un olor inconfundible, tanto el restaurante como la tienda especializada lo devolverá a la bodega.
¿Y qué hacen las bodegas para impedirlo?
Pues hacen de todo, cualquier cuerpo poroso puede albergar la TCA…: así que muchas bodegas eliminaron los palets de madera usados para almacenar; sustituyeron los bastidores de madera y las cuñas que sujetan las barricas por otras de aluminio; se dejó de usar agua clorada y hubo que encontrar nuevas formas de limpiar los tanques y el equipo…vino el auge de los corchos sintéticos y de técnicas de purificación de corchos… pero aún así, y con todas las precauciones, a veces se cuela. Es algo que no se puede evitar. Como os he dicho antes, no hay culpables…