DIETA Y VINO, son compatibles?
Estás motivadísimo para hacer dieta y de lunes a viernes te ha ido de maravilla. Pero llega el fin de semana y tus amigos te esperan con una cañita y sus patatas bravas… te pones de muy mal humor y quieres irte… o pecar. Pero hay una buena noticia. Buenísima, gustosa y con una aroma que enamora. Y para más inri con un buen postgusto, glamour y gastronómica.
Empieza el buen tiempo y ya nos dejan ir a la playa, desempolvamos los bañadores y un poco de dieta no nos vendría mal. Tendré que dejar el vino?
El alcohol engorda, está claro, aunque bueno como dice el chiste… ¡somos nosotros los que engordamos! Al final, todo, excepto el aire, lo hace. Elegir bebidas bajas en calorías y en azúcar puede ayudar muchísimo a rebajar nuestra culpabilidad. Pero además el vino es un alimento… y ¡ayuda a adelgazar! ¿Cómo?
El resveratrol en la dieta
Los científicos de la Universidad de Purdue, en Indiana, han demostrado que el resveratrol del vino tinto puede reducir nuestro peso. Para ser más exactos, esta maravillosa sustancia natural se llama piceatannol, y es un metabolito del afamado antioxidante de los antocianos (la materia colorante de las uvas tintas), y bloquea los procesos celulares que permiten el desarrollo de las importunas células grasas.
Calorias en el Vino y la dieta
Sobre las calorías… Todos sabemos que cuanto más grado alcohólicos tiene una bebida, mayor es el número de calorías que contiene. Por esa regla de tres, los destilados engordarían mucho más que los vinos (estamos hablando de 40 grados versus 13).
Las calorías del alcohol son vacías, aportando una gran cantidad de energía calórica sin nutrientes que el cuerpo asimila como una energía “extra” y en vez de quemarla, la guarda y la almacena en forma de temida grasa (también denominado “michelín” y sin estrellas). Un grado de alcohol puro contiene siete calorías. Si nos ponemos finolis una copa de tinto tiene más que una de blanco. Pero nada que no se pueda arreglar con un filete a la plancha con verduras y un lenguado al vapor para maridarlos.
Como ejemplo y para que sirva de referencia, una copa de vino con una graduación alcohólica del 13,5% y de 100 ml de volumen contiene 10,8 gramos de alcohol. Sabiendo que cada gramo de alcohol aporta una energía de 7 Kcal: 10,8 gr X 7 kcal/gr = 75,6 kcal. Nuestra copa de vino tendría 75,6 calorías (las mismas que un Yogurt)
Y es que en esto de la dieta y el vino, al final el secreto es este: para bajar peso hay que quemar más calorías que las que se consumen.
¿Un consejo de vinatero? haz ejercicio, come con moderación y equilibrado, no elimines placeres como esa copa de vino de nuestra dieta. Es una manera de cuidarnos mientras disfrutamos de su increíble sabor.