Consejos que nunca haría un buen Vinatero: El Vino no se traga, se siente
Comenzamos con una serie de entradas con Consejos que Nunca haría un buen vinatero.
Ya sabéis, que no nos gusta hacer máximas y siempre decimos que lo que nos importa es que se beba vino , pero es una pena que una bebida que da tanto, no sea disfrutada en todo su esplendor
PRIMER CONSEJO: El VINO SE SIENTE
Ya puedes venir del desierto, de una playa calurosa a las tres de la tarde en pleno verano, o del mismísimo infierno, NUNCA bebas el vino que te ofrecen de un solo trago. El vino no se traga, se siente. Este es nuestro primer consejo que Nunca puede hacer un buen vinatero. Una vez en una cata, un señor que se acercó a probar los vinos que ofrecíamos, nos dijo la siguiente frase: ¨Ponme más que yo soy de trago largo¨. A lo que nosotros sin perder la sonrisa, le aconsejamos: El vino no se traga, se siente, caballero.
Y es que el vino no se hace, se elabora; no es un caldo (y os advierto que no hay sustantivo que siente peor en el gremio), es vino; se degusta o se cata, no se bebe.. merece sus minutos, y por ello, los pasos para disfrutarlo se asocian a uno de nuestros sentidos sentido: Vita, Olfato, Gusto
No te puedes dejar ni un solo sentido y cada uno se merece su tiempo antes de pasar al siguiente.
Catar y degustar
Para ayudar, repasemos las conocidas Fases de la Cata: la Vista La vista debe fijarse en el color, el volumen y el movimiento (la lágrima que deja el líquido en la copa). Es entonces muy útil realizar la cata sobre una superficie blanca en la que resalten los colores. Esto proporciona información y nos hacemos una idea de lo que vamos a disfrutar luego en boca.
El olfato. Hay que tener en cuenta que los profesionales llevamos años de práctica, metiendo las narices en cualquier objeto que desprenda aroma. De esta manera somos capaces de recordar infinidad de olores (hasta 10.000 puede almacenar en la memoria el ser humano). La única manera de ser un experto catador es a través de la práctica. Hay ayudas para practicar, como las cajas de aromas, irte a una perfumería o tu cocina que está llena de magníficos olores a memorizar.
Finalmente el gusto, que permite saborear el vino en su plenitud. Y es que no pretendemos decir cómo se deben o no hacer las cosas, pero os aconsejamos para que disfrutéis lo máximo de un producto que tiene muchas posibilidades. Así que ya sabéis seguid nuestros Consejos que no NUNCA haría un buen Vinatero