Beso y vino
La curiosa historia del beso en la boca, y como el vino lo mejora.
Varios historiadores griegos y romanos de la época (entre ellos Plutarco y Valerio Máximo), dejaron constancia en sus obras que por aquellos tiempos, Rómulo, fundador y primer rey de la monarquía de Roma (el mismo de la leyenda de Rómulo y Remo), dictó y estableció diversas leyes durante su reinado. Un gobierno que se sucedió desde el 753 hasta el 716 antes de Cristo. En ese conjunto de leyes, destacamos una ley puntual que guarda una relación muy mala entre el beso y el vino, pero que (estamos seguros que gracias al vino) se convierte en romántica.
Lo que han tenido que aguantar las Mujeres
La Ley de Rómulo instaba a las mujeres a la abstinencia total de alcohol y se les prohibía terminantemente beber VINO puro, llamado ¨temetum¨ en esos años. No se les permitía siquiera tener bajo su control las llaves de los lugares de sus propias casas donde se guardase vino. La finalidad de esta disposición era ayudar a mantener en todas las mujeres en, según ellos, “una perfecta y pudorosa conducta”.
Para detectar si alguna mujer había violado la Ley, su marido debía acercarse a su cara y sentir su aliento. Esto funcionó durante un periodo, hasta que una Ley más firme aún obligaba a los hombres a rozar los labios de su esposa con los suyos (siempre en privado), para asegurarse que no había consumido vino. Y los esposos más estrictos colocaban su lengua dentro de la boca de su cónyuge. Cuando las parejas se empezaron a dar cuenta de lo apasionada y placentera que resultaba la medida, la adoptaron como una demostración de amor y pasión.
El VINO lo convirtió en amor
De esta Ley descubrimos que, aunque indirectamente, el beso “romántico” nació gracias al machismo y el deseo de control, el VINO lo transformó, afortunadamente, en una manifestación de amor. Nadie podía haber previsto entonces la revolución química que el beso apasionado depararía: ahora se sabe que quema de 3 a 12 calorías; que pone en movimiento 12 músculos labiales y 17 linguales; que eleva por las nubes la secreción de hormonas; y que acelera las pulsaciones cardíacas de 70 a 140 por minuto.
Pues eso que si lo acompañas con un vinito para compartir una velada en pareja, delicia asegurada!
Qué bueno! 🍷🍷
Nos alegra que te haya gustado 🍷😍